¡Feliz Año Nuevo! ¿Qué propósitos tienes para este año? ¿Alguno tiene que ver con tu vida profesional?

Cuando se acaba el año solemos hacer balance de cómo ha ido todo y qué nos gustaría cambiar. Durante las vacaciones de Navidad disponemos de más tiempo para poder pensar y mirarnos las cosas desde otro punto de vista, sin los agobios del día a día.

Sin embargo, cuando volvemos a la “cruda realidad” enseguida nos sumergimos en la rutina y esos propósitos que nos hemos planteado muchas veces ni siquiera se intentan llevar a cabo, quedando en el mejor de los casos aplazados para el año siguiente.

¿Por qué es tan difícil cumplir los propósitos de Año Nuevo?

Primero porque los propósitos de Año Nuevo generalmente están poco definidos y no se acompañan de un plan de acción para conseguirlos. Así que acaban convirtiéndose en simples deseos sobre los que no se hace nada y que por tanto no se llegan nunca a alcanzar.

Y segundo, como dice una cita: “Si quieres algo que nunca has tenido, tendrás que hacer algo que nunca has hecho”; o como a mí me gusta decir: “hay que pagar el precio”. Esto implica salir de la famosa zona de confort, lo que no es tan fácil porque todos tenemos, en mayor o menor medida, resistencia al cambio.

Así que para que en este Año Nuevo sí consigas impulsar tu vida profesional que quieres, te propongo dos ejercicios. Para realizarlos te recomiendo que prepares un documento de texto o incluso mejor papel y bolígrafo, ya que está demostrado que escribiendo a mano procesamos mejor la información. En él apunta las cuestiones que te voy a plantear y tómate tu tiempo para reflexionar las respuestas.

1. Convertir tu propósito en un objetivo

1.1 ¿Cuál es tu propósito a nivel profesional para este Año Nuevo?

Cuando lo tengas vamos a convertirlo en un objetivo bien definido para facilitar su consecución. Para ello utilizaremos la metodología SMART, este nombre corresponde a las siglas de las características que debe cumplir un objetivo.

Ahora tienes que aplicar cada uno de los siguientes conceptos a tu propósito:

eSpecífico. Un objetivo ha de ser lo más claro y concreto que sea posible. Detállalo todo lo que puedas, si por ejemplo lo que quieres es un nuevo empleo ¿qué función sería? ¿en qué sector?…, si tiene que ver con tu negocio actual o con uno que quieras poner en marcha ¿qué producto o servicio quieres vender? ¿a quién va dirigido?… Así que:

1.2 ¿Qué quieres lograr exactamente?

Medible. Un objetivo ha de tener algún sistema para comprobar si lo estás consiguiendo o no. Por ejemplo, puedes contabilizar el número de ofertas de trabajo a las que te has apuntado, las entrevistas realizadas… o el volumen de ventas que quieres conseguir, el incremento de facturación… o las visitas a tu página web, los seguidores en redes sociales, la interacción… Entonces:

1.3 ¿Qué variables vas a medir?

Alcanzable. Un objetivo ha de estar a tu alcance porque si no te provocará frustración. Piensa en todos los recursos de los que dispones o a los que puedes acceder y define:

1.4 ¿Cómo lo vas a conseguir? ¿Qué vas a hacer?

Relevante. Un objetivo ha de comportar una mejora significativa en tu vida para tener la suficiente motivación y disciplina para hacer lo que hayas decidido. Ten muy presente:

1.5 ¿Por qué quieres conseguir este objetivo? ¿Si lo alcanzaras cómo impactaría en tu vida?

Temporal. Un objetivo ha de tener una fecha límite porque todo lo que no tiene plazo se acaba aplazando. Además, hay que incluir fechas de seguimiento para revisar las variables que hayas establecido y comprobar si te estás acercando o alejando y por supuesto realizar los cambios que sean necesarios. Con lo cual:

1.6 ¿Qué plazo te estableces para conseguir tu objetivo? ¿En qué fechas realizarás seguimiento de tu progreso?

2. Superar la resistencia al cambio

Una vez ya has definido tu objetivo, toca pasar a la acción. Como ya hemos comentado antes, esto significa cambiar cosas lo que provoca incertidumbre, inestabilidad y miedo.

Para ayudarte a cambiar y a no seguir escapándote de ti mismo, el segundo ejercicio que te propongo es una adaptación de lo que Tony Robbins llama el “Proceso Dickens”. Recibe este nombre porque está inspirado en la historia de Charles Dickens “Cuento de Navidad”, donde los fantasmas de la Navidad del pasado, presente y futuro visitan al señor Scrooge.

Ya sabes que cambiar tiene un precio, pero el no hacerlo también lo tiene y suele ser mucho mayor. Llegar a ser consciente de ello es lo que vamos a trabajar a continuación.

Partiendo de tu objetivo y de lo que es necesario hacer para conseguirlo:

2.1 ¿Qué hábitos y comportamientos tienes que te pueden impedir lograrlo?
2.2 ¿Qué creencias hay de detrás de ellos?

Ahora vas a conocer el impacto negativo que están teniendo en tu vida, experiméntalo con todo el detalle que puedas:

2.3 ¿Cómo te han afectado estas creencias en el pasado? ¿Qué has perdido por ellas? Visualizalo, óyelo, siéntelo.
2.4 ¿Cómo te están afectando a ti y a tus seres queridos en el presente? Visualizalo, óyelo, siéntelo.
2.5 ¿Cómo te afectarán a ti a y a tus seres queridos en cinco y diez años desde hoy? Visualizalo, óyelo, siéntelo.

Todo esto último no tiene porque pasar, si decides cambiar. Vuelve a tu objetivo y en lo que hay que hacer para poder alcanzarlo:

2.6 ¿Qué hábitos y comportamientos son necesarios para conseguir tu objetivo?
2.7 ¿Has actuado de esa manera en otras ocasiones? ¿Cómo te has sentido?
2.8 ¿Qué nuevas creencias has de tener para actuar así?

La vida es muy corta para dedicarte a algo que no te gusta

Steve Jobs decía:

“Cada día me miro en el espejo y me pregunto: si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy? Si la respuesta es no durante demasiados días seguidos, sé que necesito cambiar algo”.

Con el tiempo descubrimos lo que nos gusta y lo que no. Teniendo en cuenta que vamos a dedicar mucho de nuestro tiempo a trabajar, merece la pena hacer todo lo posible para llegar a tener un empleo que nos guste.

Así que no aplaces el objetivo que te has propuesto y ve a por él, tienes a tu alcance más recursos de los que crees para lograrlo. Tampoco esperes hasta fin de año para hacer balance, hazlo más a menudo y ves cambiando lo que sea necesario. Haz que este Año Nuevo sí sea un punto de inflexión en tu vida profesional.

Alberto García

Fundador de Linkedbrand, Consultor y Formador de LinkedIn y Marketing de Contenidos

Demuestra tu valía e impulsa tu vida profesional

Share This